El exceso de agua en el organismo ocasiona
que los minerales como el potasio,sodio y magnesio se diluyan
rápidamente en el torrente sanguíneo, ocasionando
cansancio, calambres y pérdida de agilidad mental.
El cerebro altera su funcionamiento cuando no encuentra niveles
adecuados de sodio en el torrente sanguíneo. Los principales
síntomas relacionadas este déficit son los vómitos,nauseas,
dolor de cabeza, convulsiones, parálisis y desequilibrio
mineral en el organismo. Este déficit de sodio también
ataca al riñón, modificando su funcionamiento.
Cuando el nivel de sodio varia en sangre, el de potasio lo hace
de la misma manera, llegando a casos graves como ataques cardiacos
sorpresivos y mortales.
El consumo de agua diario depende del gasto de esta misma por
el organismo y diversos factores como el clima, la humedad, altitud,
edad, constitución física, edad y actividad diaria.
La necesidad de agua es individual para cada organismo. Un atleta
maratonista no consume la misma cantidad de agua que consume un
boxeador, tenista o cualquier otro deportista.
La necesidad requerida por cada organismo se expresa por la sed,
esta es la única manera de medir cuanta agua requiere el
organismo. No hay otra forma de medirla. Debemos tomar en cuenta
además que existen en el mercado reconstituyentes minerales
que no son agua, debemos tener cuidado al consumir esos productos.
No abusar de ningún tipo de sustancia, y menos del agua
es lo mas recomendable para nuestra salud.
El
agua es el componente más abundante del cuerpo humano,
y representa más de la mitad del peso corporal. Así,
una persona que pesa 70 kilogramos tiene aproximadamente unos
40 litros de agua en el cuerpo. El agua, en el organismo, se encuentra
distribuida en dos compartimentos: el agua intracelular y el agua
extracelular. La primera representa del 50 al 60 por ciento (55%
de promedio) del agua corporal total en el adulto sano. El agua
extracelular es la parte acuosa de los líquidos extracelulares,
el líquido intersticial y el plasma, y también forma
parte de los sólidos extracelulares (dermis, colágeno,
tendones, esqueleto, etc.). El agua extracelular ocupa alrededor
del 20% del total, del cual, el 8% aproximadamente se encuentra
por la sangre. El volumen de agua de la sangre, relativamente
pequeño, resulta fundamental para el correcto funcionamiento
del cuerpo y debe mantenerse constante.
La cantidad de agua que necesita el organismo está condicionada
por la necesidad de que los líquidos corporales tengan
el volumen y la concentración osmótica precisos
para asegurar las funciones biológicas. El sudor, una alimentación
muy salada, vómitos, diarreas o infecciones diversas acompañadas
de fiebre, aumentan las necesidades normales de agua.
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